La ventana que esconde un misterio, en el exterior de la casa existe un ventanal que da a un patio totalmente abandonado a su suerte, no hay vida, todo está cubierto de hierbajos moribundos o muertos de la sequedad de la tierra, el paso del tiempo ha ido acotando toda vida interior y exterior, alrededor de su guarida tan solo desolación de lo que en un tiempo fue, ahora ya no.
Pero más allá de todo de esa nada que aploma, los días pasan, aunque siempre a una hora determinada, un espectro atraído por el rubor de la noche, se deja ver por el ventanal. Porque siente curiosidad de lo que acontece en su exterior, por eso el lugar se muestra árido y olvidado, como una tempestad que no cesa, una calma en el fragüe de su témpano cuerpo, asoma su pálido rostro al otro lado, sin sentir los rayos de la Luna, ni tampoco la lluvia, ni tan siquiera el viento.
No emite palabra alguna, no sonríe, tan solo se muestra curiosa por ver que hay al otro lado del ventanal roto, del misterio de esa rotura que no recuerda, la sensación de ahogo es tremenda, no llega aire a sus pulmones, la sangre por su garganta sale a borbotones, una angustia invade todo su ser, en un segundo la agonía fluye por sus venas ya disecadas, su cuerpo inerte cae al suelo, jamás llegó a levantarse con vida, esa vida que se apagó aquel día hoy 28 de julio hace unos 100 años del suceso que conmocionó a todo un pueblo. Ella tan solo una niña de 5 años, eternamente permaneció ahí en la casa abandonada, desde entonces una y otra vez se repetía como un bucle, su muerte a las 21:52 horas.
© 2016 Rosana Martí ®
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Mª José Moreno, del blog Lugar de Encuentro, nos invita a participar en el relato juevero de esta semana. Este ha sido mi trabajo espero os haya gustado. Gracias por vuestra lectura y comentarios, siempre es un placer para mi contar con todos vosotros.