Desde hace unos años, he estado alejada del "Tintero de Oro", pero esta vez, la invitación a colaborar con un escrito que hable sobre música, ha cautivado mis sentidos. La música, para mí, es una fuente inagotable de inspiración, relajación, diversión y espiritualidad. Por ello, he decidido sumarme a esta propuesta. Espero que disfrutéis de este relato musical que os ofrezco, "250 palabras por minuto", a aquellos que se animen, les dejo el enlace en la parte inferior de la página, justo en la imagen de la iniciativa.
Agradezco inmensamente vuestra lectura y comentarios, siempre un placer compartir con vosotros mis sensaciones e inspiraciones por escrito.
NOTAS MUSICAL (ES)
En el recinto del teatro, en medio de un mar de expectativas, la música emerge como una divinidad invisible que captura almas y corazones. Es en ese santuario de sonidos donde los acordes se entrelazan con las emociones, tejiendo un tapiz de melodías que crean movimientos en el aire como hojas llevadas por el viento.
Cada nota es un susurro del Universo, un eco de la eternidad que resuena en los rincones más profundos del alma. Los violines, con su canto melancólico, arrancan suspiros a los corazones más endurecidos, mientras que los pianos, con su toque delicado, acarician las emociones con suavidad infinita.
El ritmo es el latido de la vida misma, un palpitar constante que invita al vaivén y a la contemplación. Los tambores retumban como corazones enardecidos, marcando el compás de una danza ancestral que conecta al ser humano con sus raíces más arcaicas.
En el escenario, los músicos son como magos que conjuran hechizos con sus instrumentos, convirtiendo el aire en un éter vibrante lleno de posibilidades. Sus manos resuenan sobre las cuerdas y las teclas, creando un mosaico de sonidos que despiertan emociones dormidas y desatan pasiones ocultas.
Y en medio de ese torbellino de sensaciones, el público se sumerge en un éxtasis colectivo, entregándose por completo al poder de la música. Porque en ese espacio sagrado, donde convergen los sonidos y los sentimientos, cada uno encuentra su propia verdad, su propia razón de ser en el Universo.
Así, la música se erige como la gran protagonista de esta sinfonía de la vida, guiando nuestros pasos y elevando nuestras almas hacia lo sublime.
© 2024 Rosana Martí ®
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