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Vicente Huidobro (1893 - 1948) |
Vicente García-Huidobro Fernández, nace en Santiago-Chile un 10 de enero del 1893. De familia adinerada, su madre fue la escritora María Luisa Fernández Bascuñán, y su padre heredero del marquesado de la Casa Real. Vicente Huidobro pasó sus primeros años en Europa hasta 1907, cuando regresó a su tierra natal a seguir cursando; en el Colegio San Ignacio de Santiago, posteriormente cursó estudios de literatura en la Universidad de Chile. En 1911 publicó “Ecos del alma”, en 1912 fundó la revista; “Musa Joven”, donde publicó parte de sus obras. Y rechazó toda poesía anterior a la suya. Sufrió varios atentados por sus ideas izquierdistas y por parte del padre de su segunda mujer, que raptó y se llevó a París donde se casó con ella.
En este periplo toma contacto con poetas surrealistas del momento como eran; Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy, con los que fundaría la revista “Nord-Sud”, poco después dejaría la revista por opiniones que no aceptó. Su poesía se la considera un movimiento creacionismo, por sus impactantes imágenes, y el efectismo en sus letras consagradas como su célebre manifiesto, “Non Serviam”. Además de poemas, su producción se completó con manifiestos, ensayos; 1926 “Vientos contrarios”, la obra teatral 1932 escrita en francés “Gilles de Raiz” o las novelas, 1939 “Sátiro” y “El poder de las palabras".
Muere un 2 de enero del 1948, de un derrame cerebral rodeado de algunos amigos como; Lucho Vargas o la pintora chilena Henriette Petit. Escribió su epígrafe en su tumba en la que dice: “Abrid esta tumba, al fondo se ve el mar”.
POEMAS
EL HOMBRE TRISTE
Lloran voces sobre mi corazón...
no más pensar en nada.
Despierta el recuerdo y el dolor,
tened cuidado con las puertas mal cerradas.
Las cosas se fatigan.
En la alcoba,
detrás de la ventana donde el jardín se muere,
las hojas lloran.
En la chimenea languidece el mundo.
Todo está oscuro,
nada vive,
tan sólo en el ocaso
brillan los ojos del gato.
Sobre la ruta se alejaba un hombre.
El horizonte habla,
detrás todo agonizaba
la madre que murió sin decir nada.
Trabaja en mi garganta.
Tu figura se ilumina al fuego
y algo quiere salir,
el chorro de agua en el jardín.
EL ESPEJO DE AGUA
Mi espejo, corriente por las noches,
se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo, más profundo que el orbe
donde todos los cisnes se ahogaron.
Es un estanque verde en la muralla
y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
mis ensueños se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre me veréis cantando.
una rosa secreta se hincha en mi pecho
y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.
LA VIDA ES SUEÑO
Los ojos andan de día en día
las princesas pasan de rama en rama
como la sangre de los enanos
que cae igual que todas sobre las hojas
cuando llega su hora de noche en noche.
Las hojas muertas quieren hablar
son gemelas de su voz dolorida
son la sangre de las princesas
y los ojos de rama en rama
que caen igual que los astros viejos
con las alas rotas como corbatas.
La sangre cae de rama en rama
de ojo en ojo y de voz en voz
la sangre cae como las corbatas
no puede huir saltando como los enanos
cuando las princesas pasan
hacia sus astros doloridos.
Como las alas de las hojas,
como los ojos de las olas,
como las hojas de los ojos,
como las olas de las alas.
Las horas caen de minuto en minuto
como la sangre
que quiere hablar.
Vicente Huidobro