El otoño trajo mi cuerpo al camino de las letras,
se volvieron loquitas de ternura,
es por ello que desprende mi alma
tanto aroma a ti, en mi corazón.
El otoño en su melancolía,
atrae las pupilas de mis ojos hacia un horizonte
grisáceo, lleno de palabras contenidas
en un sin fin de sensaciones.
El otoño complaciente devolvió a mis ansias,
unas ganas inmensas de amar,
de reflejar mis sinsabores en amor,
en aquellas pequeñas cosas reflejándome en ti.
El otoño da la mano a la lluvia,
al granizo, al viento, provocando un terraplén
de copiosas anecdotas e historias,
donde el deseo da paso al sueño.
Con sabor a otoño...
Con sabor a ti...