Una rosa herida
yace con una espina clavada
en el alma, no respira,
siente la agonía que azota
tras la hiere sin razón
alguna,
hoy doliente, casi durmiente
se apaga como una vela,
transita en su mente
la vida desde los inicios,
recuerda, suspirando,
cuando lozana fue hermosa,
esencia que embriagaba los
sentidos
hoy ya nada queda de entonces
solo un gran vacío
que se pierde en el ayer.
Huérfana, moribunda,
sin lazos que la acompañen
se le empañan su pétalos de
lágrimas,
más ya nada se puede hacer por
ella,
dejarla ir y que su libertad
vuele infinita hacia el cielo
de la tierra que la vio nacer
un día.
Rinde ausente
Oriunda
Sus fuerzas
Arida de sed de vida
Herida en su lamento
Extremado
Rodeada de
Incierta
Distancia de la Tierra
Al Cielo
© 2018 Rosana Martí ®
(Todos los derechos reservados)
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Mis queridos lectores y amigos, gracias por tomaros un descanso en mi humilde morada para leer mis publicaciones.
Un inmenso abrazo con mi eterna gratitud.
Rosana